HABLA SIL
Chava es un personaje muy autentico.
vive encorvado, habla musitando, es muy gracioso, hace bromas, esta por los rincones, destaca por su entusiasmo, lo mira todo con sus ojos propios, y como poeta me ha parecido inusitado, habla con mucha franqueza de la gente, multitud de veces que la gente le ha frustrado, pero no es un frustrado, no es un amargado ni un miserable, anda por los rincones haciendo sus poemas de carne, y aun cree en la gente, si no no nos hubieramos conocido.
Los dolores del discotequero de lujo
Little
Queenie & her fragile Body
Satanás
viaja en coupé dando vueltas por madrid, riéndose de los pobres
diablos que pasean en un 600 y tienen novias de cuero cutre sentadas
en el asiento del copiloto, en lugar de muñecas de plástico
reluciente, vestidas con sus flamantes capas de silicona y rayando el
horizonte sobre piernas de vinilo.
una
noche, bajando la gran vía, vi cómo 4 diablos, rojos de envidia,
rajaban las tetas a una chica bonita de polietileno y plexiglás, que
lloraba de desdicha al ver cómo se derretían en la acera las gotas
de carburante que chorreaban de su vestido y su dulce voz de mujer se
convertía en otro gemido porcino.
Sólo
así, con el sujetador en el suelo y sus tetas resbalándose entre
los dedos se dio cuenta de que los tacones siempre, siempre, le
habían hecho daño.
LAS HERIDAS
Las
heridas que me hago en la cabeza con escoplo y martillo
son
mis dolores tallados como miniaturas de sangre y aspiradoras .
Lo
que nadie sabe es que son las agarraderas que usa mi madre
cuando
va a partirme la cara.
Goodmorning
Todas
las mañanas,
cuando
mi madre se levanta
me
pega dos bofetadas muy frías;
entonces
yo me pongo histérica
-odio que me
peguen-.
Cuando
mi padre se levanta
me
pega dos puñetazos muy calientes,
entonces
yo me caigo al suelo.
Cuando
me levanto
los
miro con ojos rojos de pena
y
pinchados de rencor,
entonces
ellos piensan que es odio
y
me cavan un hoyo
y
me echan tierra encima.
Niña simple y boba sin su
flotador
Odio
sentirme un mero canje de instrumentos,
simplificarme,
ser
un sistema binario,
transformar
mis gestos en escasez de palabras,
callarme,
reducirme
a la mitad,
dejarme
escapar,
minimizar
mis ojos,
asesinar
mi voz,
quitar
a mi cuerpo el derecho a ser arma,
convertirme
en desierto y perderme,
descomponerme,
desmantelarme, desmontarme,
difuminarme,
desdibujarme, desenfocarme,
acabar
como mi madre,
domesticada
y absurda
como
las palomas de la paz.
Un
bulto en el suelo,
perdigones
y hormigas.
La espuma de los días
La
espuma de los días arrastra a morir
a
manos de una mujer arrancacorazones,
consiste
en perderse sofocada entre las sábanas,
ahogarse
delante de una estatua,
confundir
las manos frías con serpientes,
resignarse
a la inmovilidad del suelo
y,
por último, sentir (asombrada) como una boca arrancacorazones
metálica
te
descorazona en pipas de manzana.
En
defecto de no morir agujereada,
puede
crecer un acuático nenúfar en tu pecho
o
derramarse la sangre
desde
los surtidores circulares de tu cuerpo,
como
una fuente.
Me
crecerá un nenúfar en el pulmón
y
todas las flores se quedarán mudas.
LA CAPACIDAD QUE TENGO
Siempre
me sorprende la capacidad que tengo
para
matarme por las noches en la cama,
siendo
una CRETINA de boca grande y letras gigantes,
sabiendo
que se me están cayendo todos los dientes por el camino
y
que la falda se me enganchó
y
me estoy descosiendo,
que
por los agujeros de los zapatos me entra agua
y
me disuelvo efervescente como el Alka-Seltzer.
El problema de salir por
Madrid
Esta
noche tuve que salir corriendo del bar
porque
me saltaban botones de la cara,
la
camarera me picaba en los ojos,
se
me atragantaban los amigos
y
tú ya no tienes novia, sino novio
y
yo no tengo nada, sólo deseos y averías.
La monja y los camioneros
No
sé si podría olvidarme de tantos golpes
que
me robó aquél hijo de puta;
del
viejo que con 11 años
me
levantó un vestido marinero
que
me trajo mi madre de Roma, a rayas azules y blancas;
del
otro que me llevó en su coche macarra al mirador aquél
y
de golpe pene-tracción me bajó el vacilón de golpe;
de
Miguel, el loco de La Atalaya,
que
con 15 recién cumplidos
me
metió en juicio por pillar grifa;
del
esquizofrénico aquél
que
quería todos mis besos de mujer desviada;
del
de los dientes de plástico azules
que
en la Donauinsel me llamó españolita caliente;
del
gilipollas de tatuajes en las piernas
que
decía que me quería;
del
primer Juanito, que me invitó a follar a su casa
y
me dejó tirada.
Ahora
me vomito a cachos
y
lloro cuando hablo con mi señora.
Ahora
me puedo defender,
tengo
una katana & a frozen eye.
LA MUJER DESMANTELADA
A
la mujer desmantelada
le
han ido robando todas las piezas desde que nació.
Cada
vez que alguien se fijaba en ella,
acababa
por llevarse, cuando la dejaban,
sus
pelos, su dedo favorito, el costado
o
las tripas nerviosas.
Acaba
de cumplir 25 años y asegura,
que
la última que colgó sus ojos en ella
se
llevó la bombona del gas y las cerillas.
Por
ahí va la mujer desmantelada,
pidiéndole
a otras
que
la asistan en la eutanasia.
Dice
que ya le quitaron todas las piezas del juego,
que
ha perdido.
EL AMOR POR EL SUELO
Hace
tres horas se me cayó el amor al suelo,
trepando
cretino para morder palmo a palmo
las
costras de saliva que fuiste arrastrando por todo el desierto.
Ahora
los únicos surcos colorados de las rocas
los
haré yo,
raspándome
las tetas con piedra pómez.
TERRIBLE ESTUPIDEZ
Terrible
estupidez la de dejarse perforar
por
un poeta en mal estado,
un
yonki de hostal,
2
ó 3 cretinos
y
una mujer cargada de piedras.
Absolutamente
en todas las ocasiones perdí el nombre,
por
eso debo buscar un pseudónimo,
contar
alguna mentira.
El pueblo de por sí ya es
melancólico
Me
pregunto si debiéramos maldecir como los pasajeros-bala
que
clavan sus dientes en la caja negra
llorar
como quien apoya pie en ventana
y
cae saco negro al suelo
o
quizás aplaudir como niño palestino
condenado
a muerte por fusiles y tanques
con
olor a ghetto
y venganza
vómito
pellejo
i
will condemn...
Arquitecturas del estrecho
-Suelo
tener ganas de comerme las venas-
me
dijo,
las
concesiones de los camellos suelen ser a prisa,
contrarias
al estrépito,
murmuradoras
de golpes y vermelhas.
Las
historias de los camellos son silenciosas,
sus
pasos no se cuentan ni a la sombra,
sólo
caminan orgullosos
agarrando
a las venas por el cuello.
Yo
desearía más camellos,
colocaciones,
construcciones
del frío,
azulejos
blandos y espejo;
cucharas
negras,
construcciones
sin frío,
agujeros
en la tierra.
Querencias y deseos
Gea
tiene neurastenia
y
quiere que yo la cuide,
le
ponga la mano en la cabeza
y
como J. dejará de quejarse,
solapada.
2
de mayo
En
este parque todo está tan roto
que
no me da pena acercarme por aquí
para
estropearme un poco
y
no darme cuenta de que la estoy jodiendo
a
pasos largos con zapatos de payaso.
El buen camino
Tengo
el placer de decirte, madre,
que
ya me violaron…
en
lo poco que difiere el suceso
de
lo que tú bienintencionadamente me deseaste,
es
que no me mataron sólo por borracha,
sino
que la buena idea le vino al muchacho
porque
al igual que a mi padre,
que
también me quiere a bien,
las
lesbianas le dábamos asco,
así
que pensó que la mejor forma para enderezarme
era
ensartarme una polla por el culo
y
apretar bien fuerte,
con
ganas y mala leche.
La libreta azul
Esta
libreta tiene blancas las piernas cerradas,
celosa
de que la violen mis dedos
azules,
rojos, negros.
Insiste
en poner horizonte
a
las caricias ásperas de lengüetazos y palabras,
pero
me enseña curiosa sus bordes estrangulados,
para
que con la navaja pueda rozarla,
para
que gima
–ay
ayayayay, Muerte, te la parecías tanto-
y
yo pueda seguir abriendo surcos colorados,
ahora
un poquito grises,
aún
así agrietados,
sin
tanta agua como los que me pierden encima tuyo,
pero
en fin,
sólo
andaba buscándote en esta libreta, tan blue.
LOS NIÑOS CHINOS
Siempre
pensé que los niños chinos
eran
enanos de caras frías y coloradas,
como
yo,
que
fotografiaban peces de colores en bolsas de plástico
y
dibujaban dragones rojos en sus libretas del colegio.
También
sabía que los chinos matan a quien viste de naranja
y
que a las niñas guapas les cortan los dedos de los pies
por
si les crecen,
que
comen arroz con manises
y
que para trepar la muralla tienes que usar una cuerda.
Ahora
sé que los ojos achinados no sirven para esconder nada.
Si
lo hubiese sabido antes,
me
habría clavado un compás hace años
y
le habría dado vueltas hasta redondearlos.
Argonauta extraviada
Mi
casa naufragio
mi
boca alfiletera
mis
ojos aguja
mi
cabeza agujero
todo
esto por no haber pasado
mi
infancia en el desierto
cazando
escorpiones con palos bicéfalos
y
rastreando estrellas entre las piedras
es
terrible ser una niña triste
Me
gustaría que en Madrid hubiese montañas
Me
gustaría que en Madrid hubiese montañas.
Siniestramente
amaestraría mis dolores,
el
olor a cerveza y galletas se suicidaría por el balcón.
Si
hubiese montañas en Madrid
las
miraría con avidez de marinero,
con
cara de trineo.
Catástrofes
íntimas
Estoy
enamorada de esas catástrofes íntimas
a
las que me tienes acostumbrada
cuando
miras a otra chica
o
sonríes a tu novia,
por
el simple hecho de que me gustas
con
los ojos cayéndosete por la cara,
tiernamente
desparramados.
A mi madre y sus mentiras
A
diario la señora enana del puro y la boca fría
se
preocupa de recordarme que soy una histérica, asquerosamente,
insoportablemente inestable,
incompleta
egoísta, alarmante soñadora
y
estéril e imbécil narcisista.
Todas
las noches concluye diciéndome:
<<eres
irresoluble e incómoda,
como
una división de decimales hasta el infinito>>
(una
vez me enseñaron eso,
pero
sobre el amor y los collares de perro).
Entonces,
acaba sumando al resto de mi autoestima
todos
los agujeros en que me metí
desde
que me hice saco negro.
Gasolina y algodones
Las
grietas insolentes del techo de mi alcoba me duelen tanto como
las
bofetadas cargadas de amor de mi madre,
mis
playeras viejas en el contenedor,
los
secretos encontrados,
las
latas de cerveza vacías escondidas en el armario,
los
discos y los libros censurados,
mis
camisetas agujereadas para limpiar la plata,
sus
pipas y los papelillos intocables en el salón,
las
lesbianas que damos asco,
las
borracheras asaltadas,
mis
corbatas enrolladas al fondo de la gaveta,
el
disolvente y el pegamento de la azotea,
mis
uñas sucias y los palillos de dientes.
Vamos,
que me duelen mucho.
Imagínate
si se me cae el techo encima.
La
muerte del pescador
Cada
vez que me acordaba de la muerte del pescador
dejaba
de hablar durante días,
suplicando
callada
para
que los peces lunáticos de su mujer
no se
muriesen de pena,
no se
muriesen de frío.
Luego,
con los años,
me
enteré de que los pescados escapistas estos
murieron
como Houdini,
ahogados
en lágrimas.
Por
eso, primero quise ser un pez beta,
como
el de mi madre,
cuando
crecí determiné que nunca sería un pez de colores,
porque
esos mueren todos,
mareados
en una pecera.
Lástima que exista el
pudor
Tú
serás mi maniquí descuartizada en una maleta vieja que tengo,
te
podré llevar a todas las habitaciones oscuras a las que vaya
y
jugaré contigo como con un mecano,
poniéndote
la lengua donde antes iba el ojo o la pierna.
Tú
serás mi maniquí de dedos finos y sonrisa enferma, corazón sin
venas.
En
esa maleta podré fotografiarte en todos tus tramos,
los
asustadizos y los exhibicionistas;
pareces
tan valiente ahí metida,
dejándome
hurgar entre tus ángulos…
Te
clavaré las uñas tan cerca de la boca,
estampando
en púrpura mis labios silenciosos,
intentaré
que no se te borre nunca,
porque
tienes un terrible cadáver exquisito.
No
te tocan las heridas ni los dolores hacia delante,
no
te quejas si te piso
y
bueno, yo, asquerosamente me he atrevido
a
descuartizarte y meterte en una maleta.
No
te dejaré tirada, ni me teñiré el pelo de rojo,
no
me olvidaré de ti en la estación de guaguas,
no
dejaré tus brazos amarrados a ninguna cama,
sólo
dejaré que te deshagas por el fregadero,
que
te escurras.
Masturbándote
eres un poema desparramado,
cuando
follo contigo, una oda al sudor a la sangre
y
cuando he terminado contigo,
un
terrible cadáver exquisito, terrible, un cadáver.
Posturas
rotas
Estoy
harta de que madrid se esté quedando vacía
y
que ahora tenga que mendigar abrazos,
posturas
rotas.
Cabezas hambrientas de
zapatos
Soy
una exiliada al país de la guerra
cuando
camino por mi casa,
con
miedo a que me divisen y me disparen.
Me
arrastro por el suelo como los soldados,
para
esquivar zapatos, piedras y palabras,
para
no partirme la cabeza
con
la boca fría de mi madre,
pero
casi nunca llego viva al final del pasillo,
siempre
se ahogan mis zapatos a mitad del camino,
cuando
algún des-graciada (TaTaTaTaaTaTaaTT)
me
agujerea la cabeza
y
un CÁLLATE
me
revienta la boca.
Es
la muerte acuática del soldado,
ahogado
en lágrimas.
La noche no me deja dormir
Tu
ausencia de flores y bragas negras
me
jode la noche,
no
me deja dormir
ni
me vacía los vasos de vino,
sólo
me deja humo en la nariz
y
la mano asustada en el coño,
los
ojos nerviosos comiéndose el techo
y
las tetas muy frías apuntando a las estrellas,
la
sangre complicada sin derramarse
y
esa sonrisa triste que tengo
cuando
me resbala la saliva por la frontera de los labios.
Aerolíneas
Federales
(Ahora
creo que un viaje al sol no me saldría tan caro.)
Desde
ayer los aviones no vuelan,
sino
que saltan desde las cornisas
y
arrastran las alas
como
quien ha dejado de suspirar,
de
modo que aterrizar equivale
a
clavetear el asfalto con los dientes
manchados
de velocidad y ausencias.
Por
eso, todo aquél que viaja en avión
tiene
la seguridad de ir a visitar
a
sus parientes del agujero.
Así
que aquí estoy,
con
los dientes partidos en el paraíso.
Tengo
agujetas en los ojos,
de
aguantarte tanto tiempo al fondo de la mirada.
Mortificación de tinteros
Un
día pensé que se me había olvidado el nombre,
que
no me lo habían dicho
o
que seguramente, no me gustaba.
Otro
día fui a contar mis años con los dedos de los pies
y
no supe,
puede
ser que me confundiese contando
o
que las uñas mordidas me diesen asco.
Hace
unos días, me di cuenta de que
había
demasiados pájaros hundidos en el suelo de mi cuarto,
creí
que sería yo la asesina,
que
mientras dormía,
les
metía la pierna por la boca
-como
solía hacer con mis amantes-,
pero,
el
día de hoy ya no había pájaros fríos regados,
sino
pájaros tiernos abiertos en canal
y
un dedo de niña cortado metido
en
cada acera derretida con plumas.
Mañana
cuando me levante, claro,
me
joderá no tener dedos para vomitar.
Los
cuerpos que se ahuecan
Es
triste que los cuerpos que se ahuecan
para
que encaje el otro
estén
en la distancia eléctrica,
eso
parece cuando duele
y
entonces se cuelgan de los ojos para mirarse,
rompiendo
el deseo con el ritmo.
HABLA CHAVA
Bueno,
fuerte disparate, las copas que me tire y las chavas guapas que
desperdicie. Supongo que yo misma no tengo mucho desperdicio. Es
horrible...
aquí
ando, mendigand0 mejores consejos, quiero ser feliz. pf.
De resto son todos unos desgACIADos
©CHAVAGUERRA
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¡Feliz Cambio Climatico!
¡Feliz Fin del Mundo!
¡Viva la Basura y abajo los Ecologistas!