jueves, 2 de junio de 2016

POEMAS DE CHAVA GUERRA




HABLA SIL

Chava es un personaje muy autentico.
vive encorvado, habla musitando, es muy gracioso, hace bromas, esta por los rincones, destaca por su entusiasmo, lo mira todo con sus ojos propios, y como poeta me ha parecido inusitado, habla con mucha franqueza de la gente, multitud de veces que la gente le ha frustrado, pero no es un frustrado, no es un amargado ni un miserable, anda por los rincones haciendo sus poemas de carne, y aun cree en la gente, si no no nos hubieramos conocido.

Los dolores del discotequero de lujo





Little Queenie & her fragile Body

Satanás viaja en coupé dando vueltas por madrid, riéndose de los pobres diablos que pasean en un 600 y tienen novias de cuero cutre sentadas en el asiento del copiloto, en lugar de muñecas de plástico reluciente, vestidas con sus flamantes capas de silicona y rayando el horizonte sobre piernas de vinilo.
una noche, bajando la gran vía, vi cómo 4 diablos, rojos de envidia, rajaban las tetas a una chica bonita de polietileno y plexiglás, que lloraba de desdicha al ver cómo se derretían en la acera las gotas de carburante que chorreaban de su vestido y su dulce voz de mujer se convertía en otro gemido porcino.
Sólo así, con el sujetador en el suelo y sus tetas resbalándose entre los dedos se dio cuenta de que los tacones siempre, siempre, le habían hecho daño.

LAS HERIDAS

 Las heridas que me hago en la cabeza con escoplo y martillo
son mis dolores tallados como miniaturas de sangre y aspiradoras .
Lo que nadie sabe es que son las agarraderas que usa mi madre
cuando va a partirme la cara.


Goodmorning

Todas las mañanas,
cuando mi madre se levanta
me pega dos bofetadas muy frías;
entonces yo me pongo histérica
-odio que me peguen-.
Cuando mi padre se levanta
me pega dos puñetazos muy calientes,
entonces yo me caigo al suelo.
Cuando me levanto
los miro con ojos rojos de pena
y pinchados de rencor,
entonces ellos piensan que es odio
y me cavan un hoyo
y me echan tierra encima.



Niña simple y boba sin su flotador


Odio sentirme un mero canje de instrumentos,
simplificarme,
ser un sistema binario,
transformar mis gestos en escasez de palabras,
callarme,
reducirme a la mitad,
dejarme escapar,
minimizar mis ojos,
asesinar mi voz,
quitar a mi cuerpo el derecho a ser arma,
convertirme en desierto y perderme,
descomponerme, desmantelarme, desmontarme,
difuminarme, desdibujarme, desenfocarme,
acabar como mi madre,
domesticada y absurda
como las palomas de la paz.
Un bulto en el suelo,
perdigones y hormigas.




La espuma de los días


La espuma de los días arrastra a morir
a manos de una mujer arrancacorazones,
consiste en perderse sofocada entre las sábanas,
ahogarse delante de una estatua,
confundir las manos frías con serpientes,
resignarse a la inmovilidad del suelo
y, por último, sentir (asombrada) como una boca arrancacorazones metálica
te descorazona en pipas de manzana.
En defecto de no morir agujereada,
puede crecer un acuático nenúfar en tu pecho
o derramarse la sangre
desde los surtidores circulares de tu cuerpo,
como una fuente.
Me crecerá un nenúfar en el pulmón
y todas las flores se quedarán mudas.


LA CAPACIDAD QUE TENGO

Siempre me sorprende la capacidad que tengo
para matarme por las noches en la cama,
siendo una CRETINA de boca grande y letras gigantes,
sabiendo que se me están cayendo todos los dientes por el camino
y que la falda se me enganchó
y me estoy descosiendo,
que por los agujeros de los zapatos me entra agua
y me disuelvo efervescente como el Alka-Seltzer.


El problema de salir por Madrid


Esta noche tuve que salir corriendo del bar
porque me saltaban botones de la cara,
la camarera me picaba en los ojos,
se me atragantaban los amigos
y tú ya no tienes novia, sino novio
y yo no tengo nada, sólo deseos y averías.


La monja y los camioneros


No sé si podría olvidarme de tantos golpes
que me robó aquél hijo de puta;

del viejo que con 11 años
me levantó un vestido marinero
que me trajo mi madre de Roma, a rayas azules y blancas;

del otro que me llevó en su coche macarra al mirador aquél
y de golpe pene-tracción me bajó el vacilón de golpe;

de Miguel, el loco de La Atalaya,
que con 15 recién cumplidos
me metió en juicio por pillar grifa;

del esquizofrénico aquél
que quería todos mis besos de mujer desviada;

del de los dientes de plástico azules
que en la Donauinsel me llamó españolita caliente;

del gilipollas de tatuajes en las piernas
que decía que me quería;

del primer Juanito, que me invitó a follar a su casa
y me dejó tirada.

Ahora me vomito a cachos
y lloro cuando hablo con mi señora.
Ahora me puedo defender,
tengo una katana & a frozen eye.


LA MUJER DESMANTELADA

A la mujer desmantelada
le han ido robando todas las piezas desde que nació.
Cada vez que alguien se fijaba en ella,
acababa por llevarse, cuando la dejaban,
sus pelos, su dedo favorito, el costado
o las tripas nerviosas.
Acaba de cumplir 25 años y asegura,
que la última que colgó sus ojos en ella
se llevó la bombona del gas y las cerillas.

Por ahí va la mujer desmantelada,
pidiéndole a otras
que la asistan en la eutanasia.

Dice que ya le quitaron todas las piezas del juego,
que ha perdido.



EL AMOR POR EL SUELO

Hace tres horas se me cayó el amor al suelo,
trepando cretino para morder palmo a palmo
las costras de saliva que fuiste arrastrando por todo el desierto.
Ahora los únicos surcos colorados de las rocas
los haré yo,
raspándome las tetas con piedra pómez.




TERRIBLE ESTUPIDEZ


Terrible estupidez la de dejarse perforar
por un poeta en mal estado,
un yonki de hostal,
2 ó 3 cretinos
y una mujer cargada de piedras.
Absolutamente en todas las ocasiones perdí el nombre,
por eso debo buscar un pseudónimo,
contar alguna mentira.


El pueblo de por sí ya es melancólico


Me pregunto si debiéramos maldecir como los pasajeros-bala
que clavan sus dientes en la caja negra
llorar como quien apoya pie en ventana
y cae saco negro al suelo
o quizás aplaudir como niño palestino
condenado a muerte por fusiles y tanques
con olor a ghetto
y venganza
vómito
pellejo
i will condemn...

Arquitecturas del estrecho


-Suelo tener ganas de comerme las venas- me dijo,
las concesiones de los camellos suelen ser a prisa,
contrarias al estrépito,
murmuradoras de golpes y vermelhas.

Las historias de los camellos son silenciosas,
sus pasos no se cuentan ni a la sombra,
sólo caminan orgullosos
agarrando a las venas por el cuello.

Yo desearía más camellos,
colocaciones,
construcciones del frío,
azulejos blandos y espejo;
cucharas negras,
construcciones sin frío,
agujeros en la tierra.


Querencias y deseos


Gea tiene neurastenia
y quiere que yo la cuide,
le ponga la mano en la cabeza
y como J. dejará de quejarse,
solapada.



2 de mayo

En este parque todo está tan roto
que no me da pena acercarme por aquí
para estropearme un poco
y no darme cuenta de que la estoy jodiendo
a pasos largos con zapatos de payaso.



El buen camino


Tengo el placer de decirte, madre,
que ya me violaron…
en lo poco que difiere el suceso
de lo que tú bienintencionadamente me deseaste,
es que no me mataron sólo por borracha,
sino que la buena idea le vino al muchacho
porque al igual que a mi padre,
que también me quiere a bien,
las lesbianas le dábamos asco,
así que pensó que la mejor forma para enderezarme
era ensartarme una polla por el culo
y apretar bien fuerte,
con ganas y mala leche.

La libreta azul


Esta libreta tiene blancas las piernas cerradas,
celosa de que la violen mis dedos
azules, rojos, negros.
Insiste en poner horizonte
a las caricias ásperas de lengüetazos y palabras,
pero me enseña curiosa sus bordes estrangulados,
para que con la navaja pueda rozarla,
para que gima
ay ayayayay, Muerte, te la parecías tanto-
y yo pueda seguir abriendo surcos colorados,
ahora un poquito grises,
aún así agrietados,
sin tanta agua como los que me pierden encima tuyo,
pero en fin,
sólo andaba buscándote en esta libreta, tan blue.



LOS NIÑOS CHINOS


Siempre pensé que los niños chinos
eran enanos de caras frías y coloradas,
como yo,
que fotografiaban peces de colores en bolsas de plástico
y dibujaban dragones rojos en sus libretas del colegio.
También sabía que los chinos matan a quien viste de naranja
y que a las niñas guapas les cortan los dedos de los pies
por si les crecen,
que comen arroz con manises
y que para trepar la muralla tienes que usar una cuerda.

Ahora sé que los ojos achinados no sirven para esconder nada.

Si lo hubiese sabido antes,
me habría clavado un compás hace años
y le habría dado vueltas hasta redondearlos.

Argonauta extraviada


Mi casa naufragio
mi boca alfiletera
mis ojos aguja
mi cabeza agujero
todo esto por no haber pasado
mi infancia en el desierto
cazando escorpiones con palos bicéfalos
y rastreando estrellas entre las piedras
es terrible ser una niña triste



Me gustaría que en Madrid hubiese montañas

Me gustaría que en Madrid hubiese montañas.
Siniestramente amaestraría mis dolores,
el olor a cerveza y galletas se suicidaría por el balcón.
Si hubiese montañas en Madrid
las miraría con avidez de marinero,
con cara de trineo.


Catástrofes íntimas

Estoy enamorada de esas catástrofes íntimas
a las que me tienes acostumbrada
cuando miras a otra chica
o sonríes a tu novia,
por el simple hecho de que me gustas
con los ojos cayéndosete por la cara,
tiernamente desparramados.


A mi madre y sus mentiras


A diario la señora enana del puro y la boca fría
se preocupa de recordarme que soy una histérica, asquerosamente, insoportablemente inestable,
incompleta egoísta, alarmante soñadora
y estéril e imbécil narcisista.
Todas las noches concluye diciéndome:
<<eres irresoluble e incómoda,
como una división de decimales hasta el infinito>>
(una vez me enseñaron eso,
pero sobre el amor y los collares de perro).
Entonces, acaba sumando al resto de mi autoestima
todos los agujeros en que me metí
desde que me hice saco negro.


Gasolina y algodones


Las grietas insolentes del techo de mi alcoba me duelen tanto como

las bofetadas cargadas de amor de mi madre,
mis playeras viejas en el contenedor,
los secretos encontrados,
las latas de cerveza vacías escondidas en el armario,
los discos y los libros censurados,
mis camisetas agujereadas para limpiar la plata,
sus pipas y los papelillos intocables en el salón,
las lesbianas que damos asco,
las borracheras asaltadas,
mis corbatas enrolladas al fondo de la gaveta,
el disolvente y el pegamento de la azotea,
mis uñas sucias y los palillos de dientes.

Vamos, que me duelen mucho.
Imagínate si se me cae el techo encima.


La muerte del pescador

Cada vez que me acordaba de la muerte del pescador
dejaba de hablar durante días,
suplicando callada
para que los peces lunáticos de su mujer
no se muriesen de pena,
no se muriesen de frío.

Luego, con los años,
me enteré de que los pescados escapistas estos
murieron como Houdini,
ahogados en lágrimas.

Por eso, primero quise ser un pez beta,
como el de mi madre,
cuando crecí determiné que nunca sería un pez de colores,
porque esos mueren todos,
mareados en una pecera.



Lástima que exista el pudor


Tú serás mi maniquí descuartizada en una maleta vieja que tengo,
te podré llevar a todas las habitaciones oscuras a las que vaya
y jugaré contigo como con un mecano,
poniéndote la lengua donde antes iba el ojo o la pierna.
Tú serás mi maniquí de dedos finos y sonrisa enferma, corazón sin venas.
En esa maleta podré fotografiarte en todos tus tramos,
los asustadizos y los exhibicionistas;
pareces tan valiente ahí metida,
dejándome hurgar entre tus ángulos…
Te clavaré las uñas tan cerca de la boca,
estampando en púrpura mis labios silenciosos,
intentaré que no se te borre nunca,
porque tienes un terrible cadáver exquisito.
No te tocan las heridas ni los dolores hacia delante,
no te quejas si te piso
y bueno, yo, asquerosamente me he atrevido
a descuartizarte y meterte en una maleta.

No te dejaré tirada, ni me teñiré el pelo de rojo,
no me olvidaré de ti en la estación de guaguas,
no dejaré tus brazos amarrados a ninguna cama,
sólo dejaré que te deshagas por el fregadero,
que te escurras.

Masturbándote eres un poema desparramado,
cuando follo contigo, una oda al sudor a la sangre
y cuando he terminado contigo,
un terrible cadáver exquisito, terrible, un cadáver.


Posturas rotas

Estoy harta de que madrid se esté quedando vacía
y que ahora tenga que mendigar abrazos,
posturas rotas.



Cabezas hambrientas de zapatos


Soy una exiliada al país de la guerra
cuando camino por mi casa,
con miedo a que me divisen y me disparen.
Me arrastro por el suelo como los soldados,
para esquivar zapatos, piedras y palabras,
para no partirme la cabeza
con la boca fría de mi madre,
pero casi nunca llego viva al final del pasillo,
siempre se ahogan mis zapatos a mitad del camino,
cuando algún des-graciada (TaTaTaTaaTaTaaTT)
me agujerea la cabeza
y un CÁLLATE
me revienta la boca.

Es la muerte acuática del soldado,
ahogado en lágrimas.



La noche no me deja dormir


Tu ausencia de flores y bragas negras
me jode la noche,
no me deja dormir
ni me vacía los vasos de vino,
sólo me deja humo en la nariz
y la mano asustada en el coño,
los ojos nerviosos comiéndose el techo
y las tetas muy frías apuntando a las estrellas,
la sangre complicada sin derramarse
y esa sonrisa triste que tengo
cuando me resbala la saliva por la frontera de los labios.




Aerolíneas Federales

(Ahora creo que un viaje al sol no me saldría tan caro.)
Desde ayer los aviones no vuelan,
sino que saltan desde las cornisas
y arrastran las alas
como quien ha dejado de suspirar,
de modo que aterrizar equivale
a clavetear el asfalto con los dientes
manchados de velocidad y ausencias.
Por eso, todo aquél que viaja en avión
tiene la seguridad de ir a visitar
a sus parientes del agujero.
Así que aquí estoy,
con los dientes partidos en el paraíso.

Tengo agujetas en los ojos,
de aguantarte tanto tiempo al fondo de la mirada.



Mortificación de tinteros


Un día pensé que se me había olvidado el nombre,
que no me lo habían dicho
o que seguramente, no me gustaba.

Otro día fui a contar mis años con los dedos de los pies
y no supe,
puede ser que me confundiese contando
o que las uñas mordidas me diesen asco.

Hace unos días, me di cuenta de que
había demasiados pájaros hundidos en el suelo de mi cuarto,
creí que sería yo la asesina,
que mientras dormía,
les metía la pierna por la boca
-como solía hacer con mis amantes-,
pero,

el día de hoy ya no había pájaros fríos regados,
sino pájaros tiernos abiertos en canal
y un dedo de niña cortado metido
en cada acera derretida con plumas.

Mañana cuando me levante, claro,
me joderá no tener dedos para vomitar.


Los cuerpos que se ahuecan


Es triste que los cuerpos que se ahuecan
para que encaje el otro
estén en la distancia eléctrica,
eso parece cuando duele
y entonces se cuelgan de los ojos para mirarse,
rompiendo el deseo con el ritmo.




HABLA CHAVA


Bueno, fuerte disparate, las copas que me tire y las chavas guapas que desperdicie. Supongo que yo misma no tengo mucho desperdicio. Es horrible...
aquí ando, mendigand0 mejores consejos, quiero ser feliz. pf. De resto son todos unos desgACIADos






©CHAVAGUERRA

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¡Feliz Cambio Climatico!
¡Feliz Fin del Mundo!
¡Viva la Basura y abajo los Ecologistas!

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